Problemas que no volverán a pasar: la experiencia es un grado

Problemas por falta de control

Ricardo Pérez

11/24/20252 min leer

Cuando trabajábamos en una multinacional y gestionábamos proyectos de producto en China, aprendimos por las malas la importancia de tener control directo en las fábricas. En aquel momento no teníamos la experiencia ni los procedimientos que aplicamos hoy, y eso se notó en uno de los incidentes que más marcó nuestra forma de trabajar.

Uno de los primeros problemas serios lo tuvimos alrededor de 2010, con una producción de artículos de polipiel. El pedido era grande, la fábrica tenía buena reputación y no había señales de alarma. La mercancía se cargó y viajó a España sin que nadie detectara nada extraño.

Pero cuando llegó, la realidad fue otra.

En cuanto abrimos los primeros bultos, encontramos el material húmedo y un olor muy fuerte, imposible de disimular. Más tarde supimos que el problema venía de un secado incorrecto durante el proceso de tintado. El resultado era claro: una mercancía invendible.

En aquel momento, la pregunta era inevitable: ¿cómo había pasado algo así sin que nadie lo viera? La respuesta era sencilla: no existía un control en origen adecuado. No se realizaron inspecciones durante la producción ni una verificación final antes de embarcar. Era un error de procedimiento, fruto de la confianza y de la falta de supervisión local.

Lo siguiente fue gestionar el problema con el proveedor. No fue rápido ni fácil, pero poco a poco conseguimos recuperar la mercancía y encontrar una solución. Ese proceso nos ayudó a entender qué había fallado y, sobre todo, qué debíamos hacer de manera diferente en el futuro.

A partir de ese momento, implantamos medidas que hoy consideramos básicas: inspecciones en fábrica, controles específicos para materiales sensibles, verificaciones de secado y humedad, revisión de olores, informes fotográficos y la presencia de personal local que supervise las fases clave.

Aquella experiencia, aunque dura, nos enseñó algo que hoy aplicamos siempre: los problemas de producción no se resuelven a distancia, se previenen en origen. Y para prevenirlos hay que estar cerca, revisar y tener equipos locales que actúen como extensión del equipo central.

Fue un error que no volverá a repetirse, precisamente porque nos obligó a evolucionar, a profesionalizar los procesos y a entender que la fabricación en China funciona bien… siempre que se controle bien desde el principio.